¿Hacemos una caquita de vaca?

Este debía haber sido el título de la nueva supuesta película del presunto director Kevin Smith. Este tío se debe creer que el público es un tonto del bote (con mis respetos a todos los espectadores que si sean tontos del bote), lleva como 15 años haciendo un cine que, si bien en un principio resultaba curioso, como fué el caso de Clerks y Mallrats, entró luego en una vorágine de tontería que le ha llevado hasta esta última fechoría cinematográfica. Mi teoría es la siguiente: en las primeras películas (las dos primeras, vamos) los personajes principales estaban incluidos en la trama surrealista, participando activamente en ella y llegando a situaciones totalmente absurdas relacionadas con el amor perdido que se vuelve a encontrar (si, es muy ñoño pero es así). Si se exceptúan los atentados al séptimo arte Dogma y Jay y el Silencioso Bob contraatacan (de las cuales ni pongo link en protesta por lo malísimas que son) en las siguientes películas la cosa va cambiando hasta el punto que el surrealismo de la trama parece quedar totalmente al margen de los protagonistas, que suelen ser hombre y mujer de edad de trentaitantos que no se han comido una rosca o que tienen un amor platónico el uno con el otro, mientras en el mundo que tienen a su alrededor suceden cosas de lo mas trapisóndicas (como lo de rodar una peli porno para salir de la crisis) ellos al final alcanzan el amor deseado. ¿Qué es esto? pues pelis moñas tipo Tom Cruise-Meg Rian pero en plan juvenil. Por ello os recomiendo encarecidamente que os neguéis a ver la porquería esta cuyo guión hace aguas por todas partes y puede provocar que quieras hacer esas aguas en la misma butaca del cine. Además me cabrea muchísimo que le hayan dejado a este sujeto realizar guiones de comics como Daredevil, arruinando la estupenda herencia de sus anteriores guionistas (entre los que está Frank Miller, el cual no debe atreverse jamás a volver a hacer cine, que cosas).